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17/2/19

Año Nuevo: 2019





Hola sabinosos. Desde hace años intento que este Blog se convierta en un punto de referencia para quienes sientan la nostalgia, o el deseo, de recordar en común qué y cómo fue aquél tiempo de permanencia en el Preve. A lo largo de esos años han pasado por aquí cientos de ex sabinosos, unos hablan con casi afecto y otros casi con odio de su estancia, del trato recibido y de las sensaciones que almacena su memoria. Todas las posturas y formas de recuerdos son legítimas y respetables, faltaría más. También nos han visitado personas muy variopintas y con objetivos diferentes, desde el copiar y pegar de textos, imágenes y comentarios para programas de radio o TV, hasta aquellos que, desde diferentes países, aterrizaron en estas páginas por pura casualidad y les enganchó la temática, los comentarios e imágenes que encontraron en el Blog La Sabinosa.
Tengo la sensación, en ocasiones, que el esfuerzo por mantener este lugar operativo no es compensado por el número de visitantes y la escasa participación de quienes nos encuentran por casualidad a través de Internet. Este tipo de Blogs resisten gracias a la gratuidad del soporte y de los servidores pero, a cambio, no tenemos prácticamente apoyo, ni recursos, cualquier problema se convierte en un mal funcionamiento que a veces lleva semanas localizar y reparar.Una vez más pido escusas por esos problemas que periódicamente pueden ofrecer una mala imagen del Blog, y muestran las carencias y escasos conocimientos con los que contamos para resolver y mejorar el aspecto y la calidad de esta modesta publicación.
Pero también espero que quienes nos visitan, al menos tengan dos detalles con nosotros: Uno, dejarnos un correo de contacto; otro, escribir una frase, un comentario que nos permita saber que alguien nos visitó y que nuestro esfuerzo por mantener vivo este lugar sirve de algo. Muchos de vosotros entráis, y os marcháis sin dejar ese mínimo detalle: el correo y un saludo, tan sólo eso.Estos días estamos intentando reparar daños como la desaparición de imágenes, o la alteración del diseño de las páginas, quizás cueste días lograrlo pero estamos en ello. 
Esperamos vuestro apoyo mediante esas visitas y el consabido comentario o sugerencias. 

Un abrazo/Scila

23/8/11

Pedro C., nuevo sabinoso



Damos la bienvenida a Pedro que, este caluroso agosto, nos visita por primera vez y nos deja su visión de la Sabinosa. Lástima que no pueda aportar imágenes. Un abrazo amigo. (Scila).





Ha sido una sorpresa muy agridulce descubrir tantos comentarios sobre el preventorio, donde estuve tres meses en el año 54 (con seis años de edad, ahora tengo 62). Aún arrastro el dolor y la tristeza que me causaron aquellas terribles vacaciones: falta de agua, gritos constantes, actitud cuartelera, censura de la correspondencia, palizas, comidas intragables con la amenaza de comerme los vómitos si no controlaba las náuseas (castigo que se cumplió en varias ocasiones)...Todo ello a manos de unas "señoritas" sobre cuyas cabezas espero que la vida haya hecho justicia. Desde luego, envidio a esos satisfechos sabinosos que comieron a placer y disfrutaron de la estancia, pero mi experiencia fue la opuesta. No tengo fotos, aunque conservo aquella bolsa marcada de tela oscura  en la que guardábamos nuestras pobres pertenencias; es como un fetiche morboso que me hace estar cerca de aquel niño asustado que cada noche, antes de dormirse, se desahogaba llorando en silencio. Un saludo.

11/3/10

Un correo

Manuel V. nos ha dejado una nota en la que afirma haber pasado por La Sabinosa a finales de los años cincuenta. Estaremos encantados de abrirle las puertas de este pequeño rincón, tan sólo le pediremos- como a todos los que llegan- un correo, una dirección de correo electrónico. Y si conserva alguna fotografía del Preventorio suya o del grupo nos gustaría incorporar una copia al archivo general. Esperamos verte pronto por aquí Manuel.
Un abrazo/

9/2/10

Bendita curiosidad

Recientemente se puso en contacto conmigo una joven muy interesada por conocer más de los sabinosos, es amiga o conocida de uno de nosotros, me sentí emocionado ante esta curiosidad mostrada por una persona ajena a nuestras vivencias. Por eso quiero compartir- a continuación- con todos vosotros lo que le respondí.


Hola Esther. Verás, no es que se trate de un asunto relacionado con el espionaje internacional, ni de un secreto de familia que ocultemos a ultranza, se trata de algo difícil de explicar puesto que está basado en la memoria, buena o mala, de unos niños, en su mayoría traumatizados por diferentes y variadas causas. De lo que ocurrió durante y- sobre todo- después de la guerra civil en España sabemos poco, o nada. Unos callan por que fueron actores de los hechos y otros porque fueron víctimas y el miedo caló tan hondo que se llevarán a la tumba sus vivencias. Ocurrieron cosas que nos han horrorizado cuando nos las han contado de otros países, como Chile o Argentina, décadas más tarde. Y me estoy refiriendo exclusivamente a los críos, víctimas fáciles en situaciones en las que desaparece lo poco de humano que queda en muchas personas. El caso de los sabinosos no es tan dramático, aunque dejase secuelas de por vida en muchos críos, pero otros ni se enteraron, o lo recuerdan como una época feliz de su infancia.
Contado en dos palabras, se trata de unas expedicones de críos de entre cinco y doce años que llevaban a un centro denominado La Sabinosa para retirarlos de la calle, de los vertederos de basura en los que buscando trapos o chatarra se ganaban la vida, retirarles del delito precoz y aligerar las obligaciones de las familias más underground del país que, cargados de hijos no podía mantenerles, ni en muchos casos escolarizarles. Eran peones en el campo, o en las ciudades, con ocho o diez años, sometidos a toda clase de maltrato y expuestos a una educación desastrosa. Esos niños, en su mayoría procedían de Madrid, pasaban unos meses en un lugar donde se les alimentaba y poco más, no había escuela y la mayor parte del tiempo se la pasaban desfilando como soldaditos de plomo aterrorizados por los castigos de las cuidadoras. Esas historias, en parte, se reflejan en una web a la que poco a poco van acudiendo los supervivientes. Te daré la dirección con mucho gusto pero me gustaría que antes leyeses este libro: "Mala gente que camina" de Benjamín Prado. Te ayudará mucho a comprender la historia que te estoy esbozando. Tan pronto lo termines de leer me avisas y te conduciré al lugar donde se reúnen, virtualmente, lo que queda de aquellos crios. ¿Te parece bien el trato o tu curiosidad no llega a tanto?
Un beso Esther y gracias por tu curiosidad.


23/1/10

Manuel

Foto: J.A.
Título: Los wáteres modenizados. 


Manuel, desde Argentina, nos dice que también él pasó por el Preventorio pero, lamentablemente, no nos ha dejado su correo. Si vuelves a pasar por esta página nos gustaría saber en qué año estuviste allí, con qué cuidadora y todos los detalles que puedas recordar. También sería muy interesante contar con alguna fotografía tuya, si las conservas, de las que nos hacían las cuidadoras por el famoso "duro" (cinco pesetas, de la época). Insisto, necesitamos un correo mediante el que contactar contigo.

Bienvenido a esta tu casa y recibe un simbólico y fraternal abrazo de todos nosotros.

11/10/09

De Miguel P.

Gracias Scila por publicar mi mensaje. Y a Juan por su respuesta, ya suponía que era María Tutor, hay caras que no puedes olvidar. La primera vez que estuve fue de Diciembre del 59 a Marzo del 60, tenia 7 años y estaba en el pabellón 5B con la señorita Caty, eran dos hermanas la otra se llamaba Sebastiana, si alguien las recuerda. Caty, la recuerdo como muy fría pero guapa. Luego estuve en el 61 y 62 en el pabellón 2B, con la maravillosa Maria Tutor, una mujer especial.
Sólo recuerdo a un chico: Monedero, que recibía muchos paquetes con caramelos y los repartía con los compañeros. No recuerdo mucho pero, poco a poco, si nos vamos reconociendo, podemos ir recordando. Yo encontré este blog en Agosto, no manejo bien Internet pero, poco a poco, me voy haciendo. Es otro mundo, poder dar con gente de hace 50 años. De los castigos, las comidas, y otras cosas, ya sabemos todos que eran horribles.
Un saludo para todos y gracias a ti, Scila, por este blog.


Miguel P.

8/9/09

José F. Gil, nuevo sabinoso

José F. nos ofrece su visión de una corta estancia en la Sabinosa en los años sesenta, junto con dos fotografías que más bien parecen de los años cincuenta. Nuestra bienvenida más calurosa a este nuevo miembro.
Scila/
Scila
Este Agosto, durante las vacaciones en Tarragona, sentí la curiosidad imperiosa de visitar el Preventorio. Por casualidad encontré esta web y, como no, querría participar contando alguna anécdota, sólo me queda darte gracias por el trabajo que estás realizado Scila.



Me llamo José F., soy de Logroño, y también estuve en esa cárcel. Tenia nueve años y, aunque no recuerdo la fecha, creo que fue el 65 o el 66- de octubre a diciembre- mi pabellón era el 2B. Salimos de Logroño 10 niños en una ambulancia, el conductor y otro individuo, el falangista de turno. Mis padres me habían apuntado pensando que iba de vacaciones y a estudiar, y pasarlo bien, pero nada más llegar me di cuenta en donde me había metido. Mi estancia allí fue una perdida de tiempo, tengo que decir, que intenté pasar lo mas desapercibido posible y lo logré, personalmente no tuve grandes problemas, pero al mi alrededor vi autenticas barbaridades.
Para no alargarme mucho, comentaros alguna anécdota que me afecto muchísimo. Los niños que se orinaban por la noche, estaban condenados a sufrir las broncas que le echaban y les ponían un letrero en la espalda que decía: "POR MEON", les hacían recorrer todo el preventorio así, para la risión del resto de niños. Junto a mi cama había un compañero que se orinaba y, por la noche a la hora de acostarnos, este compañero, estaba temblando, porque sabia que al día siguiente le iban a poner otra vez el dichoso cartelito. 
Tengo que decir que en nuestro grupo había buen compañerismo, quizá por sentirnos tan indefensos y por defendernos ante las posibles amenazas de estos fascistas, y ayudábamos en lo posible a ese compañero. Otra de las cosas que me afectó, y que le tenia un odio insostenible, era cuando nos llamaban a las duchas, éramos como corderitos, nos desnudaban a todos y nos metían en las duchas con agua fría, las carceleras falangistas nos cogían uno por uno, y con un esparto nos restregaban todo el cuerpo, salíamos con la piel enrojecida. Bueno no quiero ser pesado, todos creo que tenemos las mismas experiencias. Mi propósito de este contacto, es facilitar este par de fotografías por si alguno se reconoce.
Een la foto 1 soy el de la izquierda (agachado) y, en la foto 2, soy el cuarto por la izquierda, segunda fila.
Un saludo.

4/6/09

Visitantes


Fotografías del río Cubia.
Lugar: Asturias.
Autor: Luís M.




Nos visita "Candal.Astur", lástima que no nos haya dejado unas palabras, que nos hablase de su interés por "los sabinosos". ¿Tal vez también él, o algún pariente próximo, lo sean? En cualquier caso agradecemos su interés y el tiempo que nos dedica. En su honor colgamos esta fotografías del río Cubia, cuyo autor es el asturiano Luis M.

14/10/08

El grupo de Eduardo


Eduardo nos remite esta foto en la que podemos ver a un numeroso grupo de ex compañeros, de los miles que pasaron por La Sabinosa.
Sería estupendo que alguien, al ver esta foto, se reconociese y nos lo hiciese saber, estamos interesados en encontrar nuevos compañeros.


Scila/

4/4/08


Nuestro compañero, Juan A., nos envia una fotografía de una de sus esculturas, la denominada "Proa", que representa la proa de una embarcación rota, partida por el naufragio. El material más usado en sus trabajos es el hierro, en muchos casos reciclado. Todo un artista.

Scila/

17/11/07

Hacia la Sabinosa IV

...cuando me tocó entrar en el escusado, estuve a punto de volver a salir sin utilizarlo. El olor era insoportable, había trozos de papel pegados en el suelo. Me hice el ánimo, temiendo que hasta la mañana del día siguiente no nos autorizaran a volver y oriné durante un largo minuto, vaciando una vejiga llena a reventar. 

...la falta más leve era castigada de inmediato, el desgraciado que era sorprendido hablando se le obligaba a extender la mano, o poner los dedos juntos con las uñas hacia arriba, la pala golpeaba una y otra vez hasta que el atrevido, humillado y dolorido gritaba a pleno pulmón.

Aprendimos a respetarlas o, por lo menos, a temerlas, a odiarlas. Obedecíamos al toque de silbato con prontitud.
-Son enfermeras- decían algunos listillos mirándolas de reojo al pasar.
-Son monjas americanas- decían otros más enterados y leídos.
-Son alemanas, de las SS- sentenció Emiliano, dejándonos perplejos hasta que nos informó ampliamente de qué significaba aquello de “alemanas de las SS”. Su padre era rojo- también tuvo que explicar el significado, la mayoría lo ignoraba-, fue condenado a muerte e, indultado por Franco, el mismo día que tenía que cumplirse la condena. 

...subimos en dramático silencio a los viejos y ruidosos Barreiros, impresionados por la visión de cientos de chavales caminando alineados en absoluto silencio, sin un murmullo. Como diminutos soldados.

...la pesada puerta de hierro de dos hojas tan altas como el autobús, abiertas de par en par, permitían el acceso. Emiliano el sabio, sentado un par de asientos tras de mí, comentó en voz alta algo que no comprendí en mi ignorancia: "Esto parece la gran muralla china".

Scila/