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24/3/13

Los vecinos

Hola, felicidades por tu blog, quise escribir un comentario pero no salio, aqui esta.
De todas maneras hay que tomar las cosas con cierta distancia, yo tambien estuve en colonias de vacaciones, en otros lugares, y mi recuerdo no era bueno (vamos, era de sufrimiento, desesperacion y ganas de escaparme). Pensando en ello, y racionalizando, entiendo que ir de colonia de vacaciones es perder la unicidad que uno tiene cuando esta en casa. Es pasar de ser "el rey de la casa" a uno mas. Pasar de ser una persona individual (consentida o no, eso depende) a formar parte de un grupo. Y formar el grupo implica doblegar voluntades. No puedes tener un grupo en el cual si te despistas cada uno va por su lado. Ese introducirse en la disciplina grupal nos ha costado a todos, unos en colonias de vacaciones, otros en grupos de boy scouts, otros en la mili... todos tenemos historias horrorosas que contar. pero bueno, ahi va mi aportacion



Hola a todos!
Me llamo Carlos y no soy "sabinoso" como decis vosotros, pero si que recuerdo perfectamente a los niños del Sanatorio, como los llamabamos los de fuera, caminando en fila de a dos por la playa de la Rabassada cuando yo tenia 8, 10, 12 años, es decir, entre 1955 y 1960.
Nosotros veraneabamos en el promontorio de enfrente, en una casa rodeada de pinos, e ibamos a misa los domingos al sanatorio. La misa (era en verano) se daba en un espacio abierto, cubierto con ramas (un "rafal" como se llama en Tarragona), y alli delante estaban los niños, silenciosos y quietos, sentados en el suelo. Los visitantes teniamos sillas, los niños no). Y al lado el mar, omnipresente.
Recuerdo el silencio de los niños... claro, 1955, y en misa, no se iban a mover! vamos, ni ellos ni nadie. Pero si, a mi me chocaba, acostumbrado a moverme en libertad, a cambiar de postura, aquellas cabezas rapadas inclinadas hacia adelante, los movimientos conjuntados, ahora de pie, ahora sentados, ahora arrodillados.
Puedo aportar algo a la escasez de agua, porque nosotros tambien la sufriamos, y es que Tarragona tenia entonces poca agua. Y llegaba mal hasta la Rabassada, y supongo que peor hasta la Sabinosa. De hecho, durante el dia no llegaba agua, teniamos depositos que se llenaban por la noche de un agua salobre.
Eso, que en una casa particular no es mucho problema, si nos obligaba a mantener el agua racionada (nos daba igual, nosotros pasabamos el dia en el mar y la playa), pero si preocupaba a mis padres. Imagino la preocupacion de los administradores del centro, y puede ser el motivo (que no la justificacion) del racionamiento de agua. No podian permitirse el quedarse sin agua, y de ahi el control que todos recordáis sobre el agua y su sabor (y mas, viniendo de Madrid, donde el agua siempre ha sido inmejorable), sobre las duchas en grupo, sobre la posibilidad (o no) de ir al servicio...
Y por cierto, probablemente haya un pozo en el Sanatorio, puesto que en el mar, bajo el promontorio donde esta el sanatorio, hay una fuente de agua dulce, me la enseñaron los hijos de los pescadores que entonces vivian en unas cabañas junto a la playa. Alli el agua del mar era dulce y se podia beber.

12/3/13

Una petición singular



Singular es la petición del amigo Luis R. que nos pide publiquemos la fotografía de sus hermanos, pese a no ser sabinosos, simplemente por razón de haber pasado por situaciones vivenciales tan difíciles y penosas como las descritas por los que sí pasamos por el Preventorio. Pese a lo singular de la petición no veo razones para negarme de modo que... a continuación incluyo el texto remitido por Luis, junto con la fotografía de sus hermanos cuando eran niños, uno de los cuales, lamentablemente, ya ha fallecido.





Hola de nuevo, Scila. Soy Luis, te escribo otra vez para enviarte una fotografía de mis hermanos aparecida entre los lotes de fotografías familiares guardadas de aquellos años.

La historia de ellos es parecida a la de todos los que te referimos las “aventuras” vividas en los años 1.950 y 1.951, incluidos los comentarios que relaté en tu blog, hace alrededor de ahora un año, sobre las penurias y mal tratos recibidos, impropios en niños de ocho o nueve años. Me gustaría que fuera publicada en tu blog ya que ellos lo pasaron tan mal como todos nosotros, a Miguel (de pie), que falleció en el año 2000,  le encantaría haber participado de esta ventana de los sabinosos de todos los tiempos. Julián (de rodillas), me encarga un saludo muy grande para toda la familia sabinosa, ya que no tiene posibilidad de hacerlo él.

Por tanto, te agradecería muy mucho aceptaras esta petición, que seguro que será así.

Mientras, recibe un saludo de Luis R. B.

9/3/13

Nuevo sabinoso

Hola Scila, yo  estuve allí en los veranos de 1.960 y 1.961, estuve en los pabellones 9A y 7A. Recuerdo las malas comidas del comedor, las duchas colectivas en el túnel de baños y el tiempo que pasábamos sentados en la playa viendo como se bañaban algunos de nuestros compañeros. También recuerdo como nos llamaban "novatos del pre", los veteranos cuando llegamos al Preventorio, y como cantábamos: "¡Tres días p'a la vía! ¡Tres días p'a la vía!", cuando faltaba poco para marcharnos. También recuerdo los zapatillazos que nos daban las "señoritas". 
Adjunto una foto con la "seño" Matilde y unos cuantos compañeros del pabellón.
Muchos saludos para todos aquellos que se reconozcan en la fotografía.

Antonio D. del R.